Un manuscrito azteca no se lee, es como un rompecabezas en el que los pictogramas van dando pistas acerca de lo que pasa. La parte inferior de la imagen muestra el suelo, mientras la parte superior es el cielo.

La importancia se muestra por el tamaño: un rey victorioso puede ser dibujado más grande que su enemigo derrotado.

La muerte era mostrada por un cadáver envuelto para su entierro, la noche por un cielo oscuro y un ojo cerrado, la guerra por un escudo y una lanza, o el discurso por un pequeño rollo saliendo de la boca de la persona que está hablando.

Los nombres aztecas podían ser usualmente escritos con pictogramas. El nombre del Emperador Acamapichtli significa "Puñado de Hierba" y su pictograma es es una mano sosteniendo un manojo de ramas. Chimalpopoca, el nombre del siguiente gobernante, significa "El Espejo Humeante" y su sucesor fue Itzacoátl o "Serpiente de Obsidiana".

También había sonidos en la escritura azteca. Cada palabra en lenguaje hablado tenía un sonido así como un significado.

El símbolo para dientes (tiantli en lengua azteca) sonaba como 'tlan'; el pictograma para árbol o bosque (qualli) suena 'quauh', una piedra (tell) se dice 'te', una montaña (tepeti) suena 'tepe', etcétera.

El símbolo para la capital Azteca, Tenochtitlán, era una piedra (tell) de dónde salía un nopal (nochili); Tochtepecan se indicaba con un conejo (tochtli) sobre una montaña (tepeti); quauhtitlán por un árbol (quauuitl) con dientes (tiantli), quauhnauac por un árbol con un discurso en forma de rollo saliendo de él (nahuall-discurso).

Un sacerdote es siempre mostrado con su rostro pintado de negro, su cabello largo y su lóbulo manchado de sangre. Una persona anciana puede ser reconocida por las líneas que muestran sus arrugas en la cara.

El color también era importante. Los símbolos para hierba, cañas y XXX son muy parecidos en blanco y negro, pero en color no puede haber error: en el Códice Mendoza la hierba es amarilla, las cañas azules.